En un mundo de infraestructuras que evoluciona constantemente, el número de empresas que adoptan un modelo de implementación de nubes múltiples va en aumento. Los retos que esto conlleva son cada vez más complejos y, en ocasiones, tediosos. Hay que tener en cuenta el impacto en los datos por sí solos. Hasta hace unos 10 años, lo único que preocupaba a todo el mundo era si la red de área de almacenamiento seguiría funcionando, y si no lo hacía, si sus datos estarían protegidos. Avanzando rápidamente hasta el día de hoy, hasta las pequeñas empresas pueden tener datos dispersos por todo el mundo. Tal vez tengan algunos hosts de vSphere en una sede central, con sucursales que utilizan cargas de trabajo que se ejecutan en la nube o aplicaciones basadas en Software como servicio. Es posible que los backups se almacenen en un repositorio de almacenamiento de objetos (en algún lugar, pero solamente una persona sabe su ubicación). Esta situación se da en las empresas más pequeñas, por lo que a medida que crecen y se expanden, los retos se tornan cada vez más complejos.
Posibles obstáculos
El objetivo de este blog no es explicar la forma en que Veeam gestiona los datos en un mundo de nubes múltiples, sino cómo entender los retos y los posibles obstáculos. Vea el diagrama a continuación:
Veeam es compatible con una gran cantidad de nubes públicas y diferentes plataformas. Se trata de un escenario habitual en una empresa moderna. Visualice el panorama: las cargas de trabajo se ejecutan sobre un hipervisor como VMware vSphere o Nutanix, con algunos servicios operando en AWS. La empresa está sacando partido de Microsoft Office 365 para sus servicios de correo electrónico (la gente ya no suele crear entornos Exchange) con Active Directory extendido a Azure. Si añadimos algunas cargas de trabajo de SAP u Oracle, su solución de gestión de datos ya no es sólo “hago backups de mi red de área de almacenamiento todas las noches en cinta”, sino “¿dónde están actualmente mis datos y cómo puedo restaurarlos si se produce un fallo?” Si hasta hace diez años no le preocupaba la continuidad del negocio, ahora seguramente sí. Este es el impacto de la vida moderna. Mientras mayor agilidad ofrezcamos en la parte frontal para un consumidor de TI, mayor complejidad deberá haber tras bambalinas.
En vista de la creciente complejidad, el alcance global y la escala de las nubes públicas, además de un enfoque menos invasivo por parte de los administradores de TI, resulta todo un reto proteger a una empresa, no sólo de una interrupción, sino también de un fracaso empresarial a gran escala.
Gestión de un entorno de nubes múltiples
En el momento de gestionar un entorno de nubes múltiples, conviene comprender estas complejidades y la forma de evitar errores costosos. El planteamiento más simple para cualquier entorno, independientemente de que se ejecute en las instalaciones o en la nube, es considerar todas las opciones. Aunque suene evidente, no siempre ha sido así. Dónde o cómo se implementa una carga de trabajo se vuelve cada vez más irrelevante, pero sigue siendo importante cómo se protege esa carga de trabajo. Considere la nube pública: en el caso de que implemente una máquina virtual y configure los puertos del firewall en any:any (porque eso nunca pasa, ¿verdad?), entonces tiene la certeza de que alguien tendrá acceso a esa máquina virtual en algún momento. En este caso, es fundamental garantizar que la carga de trabajo esté protegida y pueda recuperarse. Siempre se aplican las mismas consideraciones y requisitos, ya sea dentro o fuera de las instalaciones. ¿Cómo puede proteger los datos y cómo recuperarlos en el supuesto de que se produzca un fallo o una violación de la seguridad?
¿Qué debe tomar en cuenta al elegir una plataforma en la nube?
Se trata de algo que con frecuencia se olvida, pero en los últimos años ha quedado claro que las organizaciones no optan por una plataforma en la nube por razones únicas y específicas, tales como el ahorro de costos, un mayor rendimiento y unos tiempos de servicio más rápidos, sino más bien porque la nube es la plataforma idónea para una aplicación específica. Por supuesto, es posible que entren en juego los beneficios de la razón individual, pero siempre hay que preguntarse el “por qué” a la hora de elegir una plataforma.
Al observar las plataformas de gestión de datos, tenga en cuenta no sólo el aspecto actual de su entorno, sino también el aspecto que tendrá en el futuro. ¿La plataforma que está comprando hoy tiene un plan de trabajo para el futuro? Si puede comprobar que la empresa tiene una visión y un entendimiento claros de los acontecimientos en el sector, entonces puede apostar por esa plataforma para gestionar sus datos en cualquier parte del mundo, en cualquier plataforma. En caso de que no dispongan de un plan de trabajo o simplemente no entiendan el concepto que usted está compartiendo sobre su propio entorno, posiblemente sea el momento de consultar a otros proveedores. No cabe duda de que es algo sobre lo que hay que reflexionar la próxima vez que opte por una solución o plataforma de gestión de datos.